#3 El rey que cambió de religión 3 veces
El Cotilleo de la Historia: los mejores chismes de la humanidad, contados con rigor y una sonrisa
Olvídate de la idea de un rey firme en sus convicciones. Enrique IV de Francia fue, sobre todo, pragmático. Nació protestante (hugonote), se convirtió al catolicismo, regresó al protestantismo y, finalmente, volvió al catolicismo. Tres cambios en total. Una especie de “tour confesional” digno de un récord Guinness.
Su famosa frase lo resume todo: “París bien vale una misa”. No era un arrebato de fe, sino una jugada política ya que entendió que, para reinar sobre una Francia dividida por guerras religiosas, había que ser flexible. Muy flexible. Enrique prefería cambiar de altar antes que perder el trono.
Gracias a esa capacidad de adaptación, logró pacificar un país al borde del colapso. Claro que su coherencia doctrinal quedó en entredicho… ¿creía en Dios o en la aritmética del poder? Tal vez en ambos.
Moraleja: en política, la fidelidad absoluta a un credo puede ser menos útil que la habilidad de mover ficha a tiempo. Y Enrique IV supo hacerlo como pocos.
Curiosidades:
📜 En 1598 promulgó el Edicto de Nantes, que garantizaba cierta tolerancia a los hugonotes, una rareza en la Europa del siglo XVI.
⚔️ Pese a su pragmatismo, no convenció a todos, en 1610 un fanático católico lo asesinó en París.
⛪ La célebre frase “París bien vale una misa” probablemente nunca salió literalmente de su boca… pero se convirtió en el resumen perfecto de su reinado.
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